Los roles de las mujeres en las empresas familiares son varios, juegan el rol de sucesoras empresariales, de proveedoras de la familia y de cuidadoras de la familia, entre muchas otras actividades de responsabilidad.
Con el fin de destacar desafíos y oportunidades más comunes para el crecimiento y avance de las mujeres en las empresas familiares y en los diferentes sectores económicos como tomadoras de decisiones y líderes, a continuación conoceremos la historia de Gabriela, quien es sucesora de la empresa familiar de la cadena de restaurantes El Panal, con presencia en Guadalajara, Querétaro, Morelia y León, en México.
Gabriela comenzó a dirigir la empresa familiar desde que su abuela María, quien fundó el primer restaurante, falleció hace más de 12 años. Gabriela estudió Ingeniería en alimentos en el Tecnológico de Monterrey y durante su primera etapa de trayectoria profesional se destacó como directora de Finanzas en una empresa proveedora de materia prima para pastelerías. Gabriela es mamá de Eugenia que tiene 8 años de edad y de Andrea de 6 años; da clases de cocina sana para comunidades de mujeres en situación de subsistencia, organiza cada sábado un club de lectura inclusivo para infancias y practica el ciclismo.
Gabriela expresa que se ha enfrentado con desafíos viviendo diferentes roles que son importantes para la empresa y para la familia:
- “¿Cómo hacer cambios rompiendo el molde familiar que destinaba a mi tío Jorge a ser el sucesor de la empresa, por ser hijo mayor de mi abuela María?”
- “El Panal da de comer a cinco familias directamente, de mis dos tíos y de mis dos hermanas; de ahí proveemos para que todas y todos en las familias tengan trabajo e ingreso, para que se paguen colegiaturas (desde jardín de niñas y niños, hasta la universidad), seguros de gastos médicos, medios de movilidad, vacaciones y entretenimiento, entre otros gastos”.
- “Toda la familia prefería que mi tío dirigiera la empresa porque ellos piensan que las mujeres no estamos tan preparadas para tomar decisiones sobre los recursos y manejo del dinero”.
- “Mi mayor mentora fue mi abuela María y ahora no está”.
- “El director de Finanzas, quien es de la edad de mi abuela, no me hace caso porque no cree que una niña pueda dirigir una empresa”.
- “Me ha costado trabajo que me dejen de ver y exigir solamente en mi rol de madre, esposa, nieta o hija; ahora soy la directora”.
- “No entiendo por qué le preguntan todo a mi tío, él no sabe del negocio”.
- “Tener hijas pequeñas no me impide dirigir esta empresa que con tanta pasión construyó mi abuela María”.
Los testimonios de Gabriela representan a muchas mujeres en las empresas familiares que experimentan desafíos de credibilidad, legitimidad, mandatos de género, falta de mentoreo, discriminación, cargas de cuidado y exigencias sociales y económicas por el hecho de ser mujeres.
Se puede decir que dirigir una empresa familiar no tiene género, así como emprender no tiene género, estudiar cualquier carrera profesional no tiene género, practicar actividades deportivas y culturales no tiene género o liderar no tiene género.
Gabriela también ha experimentado y creado más oportunidades de crecimiento en igualdad entre mujeres y hombres en la empresa familiar a través de diferentes iniciativas, mentorías, redes y modificación de las políticas empresariales y costumbres familiares. Sus testimonios invitan a valorar buenas prácticas para que los roles de las mujeres en la empresa familiar sean justos e iguales en cuanto a liderazgo, gestión, crecimiento, participación e innovación.
- “La política de participación en la composición accionaria favorece a las mujeres integrantes de la familia”.
- “La forma de trabajo con modalidades flexibles en tiempo, horario y espacio —bien diseñadas y comunicadas— nos dan oportunidad de tener corresponsabilidad en igualdad a mujeres y hombres de la familia y a empleados y empleadas”.
- “Las mujeres más jóvenes de la familia que están estudiando en la universidad son parte de las reuniones en decisiones estratégicas para que adquieran los conocimientos y experiencia como propietarias”.
- “Iniciar una comunidad de mujeres sucesoras de empresas familiares me ha facilitado el empoderamiento, la confianza en mi conocimiento y liderazgo ya que cada vez encuentro más ayuda, guía y conexiones en otras sucesoras que experimentan desafíos similares”.
- “Las medidas de innovación con nuevos productos nos han abierto nuevos mercados que no conocíamos, yo podía ver esas oportunidades de mercado que otras y otros no veían”.
- “Ahora que mi familia conoce los resultados financieros, me siento orgullosa de las decisiones que he tomado como responsable de los recursos y sostenibilidad financiera de los restaurantes”.
¿Qué cambió a favor de Gabriela y las mujeres en su familia en relación con la cadena de restaurantes El Panal?
La primogenitura ya no es el factor primordial para elegir a la persona sucesora en la empresa familiar; el mentoreo colectivo junto a otras mujeres facilita el camino de crecimiento en igualdad de oportunidades económicas y sociales; existe más conciencia de prácticas y políticas de corresponsabilidad en los roles de cuidado en justicia e igualdad con la pareja, la familia y la empresa; la percepción de ser sucesora es natural y deja de haber exigencias por mandatos de género, de igual manera se da el crecimiento de la empresa y el crecimiento de la trayectoria de las mujeres personal y profesionalmente.
*La historia de Gabriela es original de la autora y recopila experiencias, actividades, desafíos y oportunidades de mujeres en las empresas familiares.
Luz María Velázquez es fundadora del Premio Mujer Tec, Líder Zona Shero en el Tecnológico de Monterrey y Cofundadora de All Women Coo.