Siendo profesora de la materia de Empresas familiares y Gobierno corporativo, he tenido la oportunidad de conocer casos de estudiantes pertenecientes a familias empresarias. Cuando ellos nos dan oportunidad, analizamos el caso de sus empresas: su desarrollo e institucionalización, una propuesta de plan de sucesión, entre otros.
Al cubrir el tema de la sucesión, abordamos temáticas como la transmisión del patrimonio familiar, la formación de sucesores y aspectos esenciales de comunicación a considerar en puntos de inflexión como éste. Es de esperarse que, en innumerables ocasiones, hayamos encontrado áreas de oportunidad importantes. La comunicación en toda organización es fundamental; pero trasladado a la esfera de la familia empresaria cobra aún más relevancia, sobre todo tratándose de la sucesión. Poner sobre la mesa el tema de la sucesión siempre ha sido un reto en las familias empresarias, particularmente las mexicanas. Hablar del retiro, del largo plazo, de igual manera genera enorme ansiedad e incertidumbre. Sin embargo, si no se habla y no se aclaran las expectativas, ¿cómo es posible que se llegue a un acuerdo oportuno?, ¿cómo se pretende que los sucesores estén preparados cuando llegue el momento?, ¿cómo se espera que cumplan con el perfil requerido?
Cierto es que en México bromeamos y festejamos mucho con el tópico de la muerte, pero pocas personas la toman en serio, planean a futuro o se informan al respecto. “En mi casa no se habla del testamento ni de las propiedades, no nos interesa el dinero, ya se verá cuando mueran mis padres”. Cifras del Colegio de Notarios de la Ciudad de México (2021), apuntan a que solo una de cada 20 personas adultas cuenta con un testamento. Esto sin mencionar la falta de regularización que tienen algunas familias de sus documentos, o la falta de conocimiento de otros instrumentos de transmisión patrimonial que pudieran ser útiles como puede ser la donación gratuita entre familiares, los fideicomisos u órganos de gestión patrimonial como puede ser el family office.
Es imprescindible tener en cuenta que la formación de sucesores no solo involucra la profesional y académica, el tener el perfil adecuado y conocer los procesos, sino estar al tanto de lo que implica gestionar el patrimonio familiar.
Si te sentiste identificado, te recomendamos lo siguiente:
1.Comunicar
- Hablar de la sucesión y todo lo que implica a nivel de propiedad, familia y empresa
- Planear el futuro de la organización y de la familia a corto, mediano y largo plazo
- Programar la sucesión (fechas, responsables, herramientas y recursos necesarios)
- Contemplar los temas a coordinar con órganos de gobierno, miembros de la familia o colaboradores
2. Gestionar el conocimiento
- Definir perfiles y puestos
- Planear la formación de sucesores, así como las herramientas/metodologías de transmisión del conocimiento
- Documentar la toma de decisiones y el conocimiento relevante
- Regularizar y actualizar documentos
- Contemplar, definir y aprovechar los recursos jurídicos de gestión del patrimonio
Realizar un ejercicio de identificación del conocimiento relevante que se desea compartir con los sucesores será fundamental. Adicionalmente, se necesitará realizar la clasificación, comparación, documentación y establecimiento de métodos y herramientas de transferencia de dicho conocimiento. Esto permitirá identificar temas por resolver, fortalezas de la anterior gestión y retos por superar.
Lee el artículo completo en la Revista LEGADO edición agosto 2022.
SOBRE LA AUTORA: Ana Lissette Segovia es profesora asociada de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.
ADAPTADO POR: Alessia Treviño, estudiante de la Licenciatura en Comunicación