Sabemos que el plan de sucesión busca mantener de manera organizada y bajo control los futuros cambios en el negocio; sin embargo, este plan no asegura una transición sin conflictos. Por lo que la sucesión es uno de los retos más grandes que las empresas familiares pueden enfrentar y que con frecuencia postergan.
Como proceso de transformación, en la sucesión será importante identificar las fortalezas y áreas de oportunidad de los miembros que están implicados en dicho proceso. Se debe poner especial atención en la capacidad que tienen de adaptarse al cambio, sus actitudes ante los cambios, la habilidad de manejar conflictos y hasta la resiliencia con la que actúan ante la vida.
En nuestra experiencia con familias, resulta de suma importancia cuidar las relaciones entre los miembros de la familia y entender sus expectativas hacia el futuro para avanzar así con el plan que se han propuesto. Ante los conflictos lo que se debe buscar es una negociación que deje tranquilas a cada una de las partes, pero nunca evitarlos.