¿Por qué las empresas familiares fracasan o no pasan de una generación a otra, y por qué hay unas que llegan hasta la novena generación?
Está claro que es un aspecto multidimensional: podemos hablar del patrimonio, de inversiones mal logradas, o que dejamos ir oportunidades. Podemos también abordarlo desde un punto de vista familiar: un conflicto que no se trató bien, que hubo mucho nepotismo. Pero a veces dejamos de lado el aspecto empresarial. No nos damos cuenta que quizá algunas empresas familiares que tenían una buena armonía familiar, o que por ejemplo, habían hecho buenas inversiones en el patrimonio, simplemente no adaptaron su modelo de negocios a la nueva realidad, es decir, se quedaron en la tradición.
No debemos solamente pensar en innovar por innovar, tenemos que pensar qué hacemos bien, qué se adapta a nuestro modelo de negocios, y qué podemos cambiar o cómo nos podemos adaptar. Cuando nos hablan de creatividad, a veces nos dicen, "you have to think outside the box", pero en el caso de empresas familiares, tienes que “pensar alrededor de la caja". Las empresas familiares que han tenido en muchas generaciones son empresas que su modelo de negocios se ha adaptado dentro de lo que hacían. ¿Cómo lo hacen? Son empresas ambidiestras: al mismo tiempo que conservan la tradición, hablan de modernidad. ¿Cómo voy a hacer más innovación? Tratando de motivar a las nuevas generaciones a emprender.
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SOBRE EL AUTOR
Luis Felipe Cisneros es Director del Centro Internacional de Empresas Familiares, en HEC Montreal e instructor en el Instituto de Familias Empresarias para México y LATAM del Tecnológico de Monterrey.
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