En nuestra experiencia, la proposición que la adecuada estructuración del patrimonio familiar es esencial para su supervivencia en el largo plazo es clara y evidente. Sin embargo, muchas veces nos topamos con la percepción de que las estructuras de tenencia de patrimonios familiares son un producto, distorsión derivada en gran medida por la comercialización masiva de las mismas. La familia empresaria estará bien asesorada cuando presta la misma atención a su patrimonio, creado con tanto esfuerzo, que a la empresa.
Cuando hablamos de estructurar un patrimonio familiar nos referimos a que la titularidad del mismo se ostentará bajo figuras legales que contienen una clara definición y articulación de tres elementos fundamentales:
La sucesión: quiénes son los dueños actuales y quiénes serán los dueños futuros del patrimonio y, por ende, los que estarán apoderados para tomar decisiones estratégicas sobre el mismo a lo largo del tiempo.
La administración: los responsables del adecuado manejo del patrimonio, y aquellos que gestionarán el mismo con el objetivo de cumplir con las metas identificadas por los dueños.
Los órganos de gobierno: pudiendo estos establecerse de varias formas y con diferentes propósitos, con el objeto de tomar decisiones de manera conjunta sobre aspectos particulares del patrimonio.
¿Cuál es la figura legal adecuada? Depende, entre otros elementos de juicio, del lugar donde resida la familia y la ubicación del patrimonio. Generalmente, una estructura de tenencia de un patrimonio familiar suele integrar figuras legales del país de residencia de los dueños cuando se trata de activos emplazados en dicho lugar, y figuras legales extranjeras cuando se trata de activos sitos fuera del país de residencia, aunque también podrían justificarse combinaciones de estas fórmulas. Las figuras legales incluyen fideicomisos, trusts, sociedades, partnerships, fundaciones y otras.
Queremos compartir cuatro razones por las que creemos que es vital que las familias entiendan la constitución de las estructuras de tenencia de su patrimonio familiar como un proceso con una finalidad, pero sin un final.
- Compleja realidad del entorno regulatorio y legal.
- Mecanismos legítimos y eficaces para la toma de decisiones.
- Lugar donde la visión en conjunto de la familia cobra vida.
- Canales de distribución de los valores de la familia.
Lee el artículo completo en la Revista LEGADO edición agosto 2022.
Sobre los autores:
Ignacio Gómez y Alfonso Baigorri son asesores patrimoniales en J.P. Morgan Private Bank.