Durante la crisis sanitaria del COVID-19, se demostró que las familias empresarias cuentan con flexibilidad para transformarse y adaptarse rápidamente, dada su cercanía y el amplio conocimiento de la gestión empresarial, lo que permitió rapidez en la toma de decisiones.
Un reporte de PwC del 2021 menciona que el 72% de los encuestados considera que la adversidad que se vivió ante la pandemia estrechó los vínculos familiares y también al interior de la organización. El 76% de los entrevistados manifiesta que dicha unión fue un factor clave para enfrentar los desafíos económicos. El reporte también añade que las empresas familiares mexicanas mostraron habilidades para compartir información de forma oportuna. Los encuestados indicaron que entre los miembros de la familia (68%) y las diferentes generaciones (61%), la comunicación referente al negocio se intensificó a raíz del COVID-19.
Es así que la gestión del conocimiento en las familias empresarias se vuelve crítica en una era en la que la incertidumbre parece ser permanente, por lo que el uso de modelos, herramientas y procesos para reforzar la relevancia de compartir información es clave, especialmente, la transferencia del conocimiento en los procesos de profesionalización y sucesión de las familias empresarias, los cuales involucran un fuerte componente de conocimiento tácito de los fundadores y los miembros de la familia con mayor tiempo en la organización.
La profesionalización ha sido un desafío crítico para las empresas familiares, por su fuerte efecto en el desempeño empresarial. Esto implica tener claridad y enfoque en la formación y la selección de aquellos miembros que algún día trabajarán en la gestión de la empresa y tomarán el control de su dirección estratégica. Este proceso tiene en sí una cantidad significativa de conocimiento tácito ya que su gestión requiere también tomar en cuenta la cultura organizacional y el ambiente de trabajo, los cuales se han construido sobre valores familiares y generacionales.
Por su parte, el proceso de sucesión se da a medida que la empresa va evolucionando. Una gran parte del conocimiento tácito del fundador se transmite a todos los miembros de la organización, convirtiendo el conocimiento individual en organizativo y —en ocasiones— en conocimiento explícito a través de documentación en reportes, reseñas periodísticas y libros de la familia empresaria. En este sentido, el aspecto más importante es la transferencia de los conocimientos del fundador, de forma que se permita la supervivencia de la empresa a largo plazo.
Con lo anterior se observa que existe una fuerte relación entre los valores familiares y la gestión de la empresa, la cual influye en la profesionalización, la sucesión de la empresa familiar y la innovación, procesos claves para asegurar la sostenibilidad y la rápida adaptación al cambio. Sin embargo, aun cuando estos procesos utilizan mecanismos formales de transferencia de conocimiento, como pueden ser la participación de consultores externos y la capacitación formal de los miembros de la familia empresaria, se espera que la transferencia de los valores familiares se realice mediante mecanismos informales de socialización y comunicación. Estos mecanismos van desde charlas informales en eventos familiares u organizacionales, hasta iniciativas que permitan dar a conocer a las nuevas generaciones cómo funciona el negocio de la familia empresaria y cuáles son temas fundamentales de las distintas áreas organizacionales.
Estas iniciativas suelen ser propiciadas por las mujeres, miembros de las familias empresarias, quienes juegan un rol crítico en la transcendencia del legado de los valores familiares durante los procesos de sucesión y profesionalización. Las hijas o nietas de los fundadores, presentan un alto involucramiento en proyectos de intraemprendimiento, actividades de responsabilidad social y acciones clave para preservar el legado de los valores familiares en la organización y la sociedad. Todas ellas son actividades clave que permiten preservar el impacto social que tiene la empresa.
Por citar un ejemplo, una familia empresaria de la localidad regiomontana cuenta con un programa de formación para los nietos y los bisnietos de los fundadores. Este programa, diseñado por las hijas del fundador, permite que las nuevas generaciones no solo conozcan cómo funciona el negocio a través de la exposición de los directores y los gerentes de cada área funcional, sino que identifiquen los valores familiares impregnados en la empresa y esto sucede cada vez que interactúan con los diferentes miembros de la organización.
Sin duda, contar con espacios de socialización entre los miembros de la familia y los colaboradores de la organización, así como programas de formación que permitan difundir su razón de ser a las futuras generaciones, son iniciativas que brindan claridad del legado de la familia empresaria, ya que no solo apoyan la profesionalización y la sucesión sino también aseguran su supervivencia.
SOBRE LA AUTORA
Laura Esther Zapata es Decana Asociada Académica de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.