La sociedad entre hermanos suele ser una relación intensa dentro de un contexto de empresa familiar. Comparándolo con la sociedad entre primos u otros familiares, los hermanos comparten no solo el apellido sino una relación de años, por haber crecido juntos con las mismas reglas y valores, así como el conocer perfectamente las fortalezas y debilidades entre ellos.
Gracias a esto, tienen una confianza profunda y por ende favorecedora, pero, en algunos casos la competencia entre hermanos pudiera ser un tema que se debe tratar dentro de la empresa familiar, ya que buscan llamar la atención de los padres para ganarse su reconocimiento.
Los retos que se presentan en estos casos se pueden resolver con las buenas prácticas de gobierno familiar y una asignación estratégica de roles para cada uno de ellos tomando en cuenta sus fortalezas y debilidades.
Sin embargo, a pesar de los retos que se pudieran generar, las sociedades entre hermanos son muy importantes para la empresa familiar debido a la relación y fuertes vínculos que ellos tienen. La confianza entre ellos y el sentido de pertenencia desde pequeños hacia el negocio hace que su participación en éste sea muy valiosa para la familia, la empresa y la propiedad.