Cuando tenemos el privilegio de ser parte de una familia empresaria, en la que existe clara evidencia del aprovechamiento de las oportunidades o el arrojo para lanzarse a crear riqueza y un patrimonio perdurable, se debe poner especial atención al surgimiento de nuevos perfiles para encausarlos y potenciarlos a que sigan creando valor desde su propias actividades de emprendimiento.
En materia de emprendimiento se pueden identificar más de un perfil distinto de emprendedores:
- El que es capaz de generar ventas crecientes con lo que dará inicio a un primer negocio (fundador).
- El que para sentirse creador, innova desde cero y crea riqueza a través de sus propios intentos por demostrar su talento independientemente de las condiciones.
- El que es capaz de innovar y crear valor con líneas de negocio que no necesariamente son las que existen en determinado momento.
Cada uno de estos perfiles requiere ser entendido y con ello generar las posibilidades que tendrán el gran impulso desde los recursos (tangibles e intangibles) de la empresa familiar existente. Lo más importante es identificar que cada uno de estos perfiles puede desarrollarse y coexistir para perpetuar generaciones que crean legados más allá de solo riqueza.
Así, podemos esperar que cuando una siguiente generación en la familia empresaria se compromete a ejercer su capacidad emprendedora, darán a sus empresas la posibilidad real de obtener utilidades, con lo que la generación en el mando se da cuenta y promueve con determinación el éxito de los nuevos emprendimientos.
Por supuesto existen ventajas de emprender en la empresa ya existente, como acceder a los recursos financieros y de infraestructura mediante mecanismos formales o informales de impulso a la generación de nuevos negocios; el riesgo recae en la empresa ya existente y la posibilidad de actuar rápido y primero en el mercado es muy favorable para el éxito de dicho emprendimiento.
Por otro lado, puede también experimentarse un sentimiento de “seguir los pasos de alguien más” cuando no se propicia el diálogo que hará compartir los sueños y aspiraciones de las diferentes generaciones, haciéndolas sentir como si cada una de ellas fuera la primera generación que construye o añade a un gran legado.