El logro de trascender como empresa familiar proviene en gran parte de la forma en que la familia se relaciona a través de los años. Desde la generación fundadora hasta la última generación activa en la empresa, se van desarrollando dinámicas que permiten a los miembros llegar a acuerdos; sin embargo, cada vez se acentúan más las diferencias generacionales que hacen de la continuidad un gran reto.
Uno de los elementos más relevantes hacia la continuidad de la empresa familiar es el proceso de transición. Anteriormente, este proceso se vivía y se percibía como el traspaso del mando de una persona a otra, pero hoy en día, la presencia de diferentes perspectivas generacionales lo ha convertido en un espacio ideal para hacer sinergia.
La capacidad de los miembros familiares para trabajar juntos entre distintas generaciones con ideas, expectativas y sueños diversos es la clave del éxito para la continuidad. Esta capacidad no es más que la disposición y apertura de cada miembro para ser partícipes de una convivencia orgánica y en algunos casos planificada para compartir experiencias, conocimientos y diálogos constructivos que les permitan expresar dichos sueños, pensamientos y expectativas en torno a la empresa y la familia.
Las diferencias generacionales representan una fuerza capaz de impulsar el crecimiento de las EF y por ende, su continuidad. Actualmente en las EF hay cinco generaciones que posiblemente estén viviendo el reto de crear sinergia:
- Silent generation: Distinguidos por su capacidad de enfrentar situaciones de crisis y por ser conservadores.
- Baby boomers: Los caracteriza su compromiso y su experiencia.
- Generación X: Adaptables y con capacidad de integración.
- Millennials: Destaca su creatividad, pasión y dominio de tecnologías.
- Centennials: Se distinguen por su espíritu innovador y pragmático.
Cada una de estas generaciones tiene un valor único para aportar y sobre todo cuenta con un gran potencial de transformación. Es un deber y un desafío para las empresas familiares conocer a profundidad a cada generación y ser capaces de lograr una armonía que les permita crear una visión compartida a partir de sus sueños. Para alcanzar esta meta, cada familia requiere de prácticas específicas y adaptadas a sus dinámicas, por lo cual, resulta indispensable la planificación de estos espacios.
Lee la versión completa de este artículo en la Revista LEGADO, Núm 2, diciembre 2020.