El papel de las empresas familiares en la sociedad es cada vez más trascendental. La construcción de un legado y un patrimonio que perdure por generaciones es una misión con un alto grado de responsabilidad y compromiso con el entorno. De acuerdo con datos de la CONDUSEF, en México, aproximadamente el 85% de las empresas son familiares y representan un 52% del PIB en nuestro país.
Estos números reflejan la importancia de las empresas familiares en la sociedad, una prueba de ello, ha sido la incertidumbre que han enfrentado en estos últimos dos años a raíz de la pandemia.
El rol de las familias empresarias con un liderazgo sólido ha sido el elemento determinante para sobreponerse a las adversidades. Este liderazgo surge desde los valores familiares y las historias de vida que han hecho de las empresas una plataforma de desarrollo no solo para la misma familia sino para sus colaboradores.
La cultura organizacional de las empresas familiares tiene un diferenciador que nace de un sueño, pues la generación fundadora inició con la meta de mejorar la calidad de vida de una familia, con la fe en su negocio y la valentía de defender sus principios ante cualquier situación. Y con una gestión adecuada, este sueño no se pierde, al contrario, se va transmitiendo y va evolucionando de tal forma que su alcance ha podido impactar a una comunidad entera.
El rol de las empresas familiares en la sociedad es un elemento inherente a los procesos de transición y al gobierno corporativo, pues se debe contemplar en las reuniones de Consejo familiar. Así pues, en estos espacios, las empresas familiares tienen la oportunidad de fortalecer su liderazgo frente a la sociedad y sobre todo tienen la responsabilidad de definir sus metas alrededor de un crecimiento sostenible.
Este liderazgo propositivo es una directriz hacia el cambio social que se requiere en distintos ámbitos sociales, es por ello que la importancia de las familias empresarias va más allá de la generación de riqueza, pues en palabras de la Dra. María Fonseca, Directora del IFEM, también contempla un sueño común que fortalece a la sociedad e impacta directamente en su calidad de vida.
Lee la versión completa de este artículo en la Revista LEGADO, Núm 2, diciembre 2020.