La productividad se ha convertido en una manera muy popular de medir el crecimiento de una empresa. Sin embargo, cada nuevo ciclo que la humanidad cumple a través de los años, nos enseña que hay otros factores que debemos tomar en cuenta al momento de dirigir un negocio o de procurar a nuestra familia.
Con el avance de la sociedad se van sumando necesidades que no necesariamente son nuevas, pero que van demostrando resultados positivos en el desarrollo de cualquier empresa: incrementar sueldos, dar descansos y vacaciones más gratificantes, premiar la lealtad o incentivar el emprendimiento son algunas de las apuestas que por décadas se han estudiado.
En estos meses que vienen, nuestra sociedad cumplirá un nuevo ciclo y este nos ha dejado de enseñanza que la productividad y las ventas no son la apuesta principal en el cuidado de nuestro patrimonio o de nuestro legado como familias empresarias. Las situaciones adversas que hemos vivido directa o indirectamente han forjado un fuerte interés en cuidar nuestra salud, desde sus distintas perspectivas: física, mental, emocional y social, por mencionar algunas.
La crisis sanitaria no ha introducido el cuidado de la salud de manera inesperada, aunque sí ha acelerado su incorporación en los paradigmas familiares y empresariales. En los últimos años las nuevas generaciones han dejado de manifiesto que procurar su cuerpo, mente y espíritu sin duda impacta en su desempeño como profesionales, como personas y como miembros de una familia.
Las tendencias de mercado para los siguientes 30 años nos muestran que un estilo de vida saludable será de los mayores motivadores en la siguientes generaciones. Invirtamos recursos, esfuerzos y tiempo en sumarnos a dichas tendencias y velemos el desarrollo de las distintas perspectivas de la salud en nuestra empresa y familia. No solo porque esto nos ayudará a abonar a la ya nombrada productividad, si no porque creemos firmemente que la salud siempre debería estar en primer lugar en nuestra lista de prioridades. No por nada hemos aprendido que una vida con dificultades en el campo de la salud no es una vida digna de disfrutar.