Casa Veerkamp cumple este año 114 años, y es una empresa a la que es imposible no asociar con la historia de la música en México. En esta ocasión Gerhardt Veerkamp, miembro de la tercera generación al frente de esta empresa, narró en la Segunda serie de webinars del IFEM “Historias que inspiran” algunos de los eventos que han dejado huella y consolidado lo que hoy es la empresa, para inspirar a las familias asistentes a construir narrativas propias.
Sus orígenes se remontan a inicios del siglo XX, cuando su abuelo Federico llegó a México desde Alemania y abrió un negocio, primero como comisionista de la fábrica alemana de instrumentos musicales Hohner, para después formalizarlo y poder distribuir, principalmente acordeones y armónicas, a todo el mercado mexicano. A partir de ahí el negocio vivió diferentes etapas de la historia, incluyendo la Revolución mexicana y dos conflictos mundiales. El hermano de su abuelo, Alfredo, para entonces había luchado en la Primera Guerra Mundial en Alemania, se incorporó a la empresa y trajo consigo la representación de instrumentos de aliento como el saxofón, la trompeta y el clarín.
Archivo histórico Ⓒ Casa Veerkamp
Ya establecida como una empresa familiar, los hijos de ambos comenzaron a incorporarse a finales de la década de los 40s, iniciando así una etapa de convivencia entre primera y segunda generación. En las siguientes décadas la empresa encontró un notable crecimiento, incluso la apertura de una fábrica de guitarras y otra de cuerdas.
A finales de los 70s inició la integración de la tercera generación a la que pertenece Gerhardt: “Ernesto y yo somos los hijos de la crisis, no nos tocaron las épocas de bonanza, nos tuvimos que adaptar con el tiempo a ello… la gran ventaja de mi tíos es que eran personas muy experimentadas, de un trabajo muy ético y estricto, pero realmente supieron enseñarnos lo que ellos esperaban que se hiciera con el negocio.”
El empresario compartió que la empresa cuenta con los valores universales de toda empresa, pero resalta que procuran vivir lo que pregonan, transmitirlo y cumplirlo a sus 130 integrantes. Actualmente ya empezó la integración entre la tercera y cuarta generación, en la que participan sus hijos, en las áreas de Retail y Marketing.
“Tenemos un protocolo familiar desde hace 18 años, donde establecimos que todos los familiares que entran a la empresa tienen que tener una carrera y trabajar no menos de tres años en otra empresa, como nos tocó a nosotros… nos han apoyado asesores familiares, que nos entendieron muy bien y supieron apoyarnos en la transición”, agregó.
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