Artículo publicado en El Financiero.
Prepararse para un proceso de transición como es la sucesión en la empresa familiar, inicia por reconocer que es un proceso continuo y transformador, que no es rápido y que puede ser incómodo. Cuando una empresa familiar realiza satisfactoriamente la transferencia de liderazgo de una generación a otra, da origen al concepto de familia empresaria el cual establece una alternativa para entender que, más allá de transferir la propiedad y/o el mando, se transfieren valores, comportamientos, relaciones y otros intangibles únicos de la familia, que potencian la continuidad a múltiples generaciones con alcances de gran trascendencia.
La familia empresaria puede entenderse como un sistema complejo que requiere atención y cuidados pero que, al mismo tiempo, promete ser un lugar apto para el florecimiento de cada uno de los que lo conforman. La familia empresaria como organismo vivo experimenta una evolución constante; la evolución de la familia, como la de la empresa, y ambas incrementan las posibilidades de continuidad cuando en esos procesos evolutivos se define un propósito y una visión de futuro. Y es ese deseo de perpetuar un legado por múltiples generaciones lo que desarrolla el gran músculo de ventaja competitiva de las familias empresarias, de tal forma que resulta imperante preparase para sacarle el máximo provecho a la sucesión en la empresa familiar.
Los expertos coinciden en que la sucesión empresarial es la prueba de fuego a la posible continuidad de un legado que pueda trascender y acrecentarse a través de múltiples generaciones. De ahí que se considere un proceso estratégico e integral, nunca aislado y con una atención e involucramiento absoluto de la alta dirección para su conducción.
Si bien, los motivos que conducen a la sucesión son diversos, el involucramiento de los diferentes grupos de interés determinará un proceso más incluyente, pero no necesariamente más ágil; de ahí que a veces se tomen decisiones de arrancar el proceso de la sucesión por mandato del dueño, haciendo que se perciba por algunos en la organización como imposición y no como un proceso de beneficio para todos. Dependerá entonces de la sofisticación en las estructuras que cada familia va incorporando para atender los diversos asuntos que se deben resolver en un contexto y no en otro. Qué asuntos se resuelven en cada uno de ellos depende, en gran medida, de la complejidad en las estructuras del negocio y de la propia familia empresaria.
Crear una cultura de planeación es una tarea que toma tiempo, determinación y perseverancia, pero en el contexto de la empresa familiar puede llegar a ser un predictor del éxito en el proceso de sucesión. No existen fórmulas mágicas, sin embargo, los básicos se resumen en las siguientes actividades:
- Preparación para la sucesión: implica la construcción una visión compartida como familia empresaria, entendiendo y aceptando los liderazgos existentes y los que se habrán de desarrollar.
- Identificación de posibles sucesores; establecimiento de reglas y requisitos para ser elegible.
- Desarrollar los planes de vida y carrera para los posibles sucesores.
- Elección del sucesor o sucesora.
- Desarrollo del plan de retiro del fundador(a) (o líder) de la empresa familiar.
- Preparación del sistema: empresa, familia, estrategia y futuro del legado.
- Cambio de estafeta (transición generacional).
Tener la voluntad de reconocer que es buen momento para iniciar, de estar dispuesto a involucrar a todas las partes implicadas en las decisiones que se deberán tomar y así entender que pueden transcurrir algunos años antes de transformar las estructuras, teniendo una mirada vigilante en el rumbo del negocio, son sólo condiciones para que se conduzca con éxito un proceso de sucesión de cara a las nuevas generaciones, y con la satisfacción de la generación en cargo de haberlo intentado.
Por último, no olvidar que la velocidad del cambio, la transformación digital y tecnológica y su impacto en los negocios, la movilidad de las personas, una fuerte preocupación y consciencia por el cuidado del medio ambiente, los nuevos modelos geopolíticos y económicos, son solo algunos aspectos que nos alertan en la búsqueda de nuevos modelos de transformación que nos lleven a un mundo de mejores condiciones de vida y bienestar para todos.
Sobre la autora: María Fonseca es Directora del Instituto de Familias Empresarias para México y LATAM, del Tecnológico de Monterrey.