El financiamiento y acceso a recursos dentro de la empresa familiar es un factor clave para su crecimiento, sin embargo, esto conlleva riesgos que deben ser mitigados a través de estrategias claras y definidas.
Las empresas familiares, como cualquier otra empresa, frecuentemente enfrentan necesidades de financiamiento para llevar a cabo sus procesos de expansión, desarrollar nuevos proyectos o implementar planes de innovación. Sin embargo, estas organizaciones se diferencian de las no familiares por la relación intrínseca entre la familia y el negocio. La propiedad y la gestión familiar influyen significativamente en la toma de decisiones empresariales, abarcando aspectos tanto financieros como no financieros.
En situaciones que requieren financiación, las empresas familiares suelen preferir utilizar su propio capital primero, seguido de la deuda, manteniendo así el control. Sin embargo, el acceso a financiamiento a menudo depende de mecanismos de gobernanza eficaces, como los Consejos de administración con miembros externos y auditorías externas, que mitigan problemas de agencia y mejoran el acceso a recursos financieros. No obstante, la alta participación de la familia en los mecanismos de gobierno corporativo y la administración de la empresa suele generar preocupaciones en los potenciales acreedores debido a los problemas de agencia que esta participación implica.
La evidencia sugiere que la participación familiar en el Consejo de administración puede tener un impacto significativo en el acceso a financiamiento. La teoría de agencia sugiere que esta participación puede exacerbar los conflictos de intereses con los accionistas minoritarios cuando los miembros de la familia priorizan beneficios privados sobre los intereses de la empresa, lo que puede generar desconfianza entre los acreedores. Además, esta alta participación también puede asociarse a asimetrías de información, ya que muchas empresas familiares no están obligadas a publicar su información financiera. También pueden surgir problemas de nepotismo al asignar en posiciones claves de la empresa a miembros de la familia sin que cuenten con la experiencia o capacidades necesarias para los roles que desempeñan.
Sin embargo, la participación de la familia en la empresa puede reducir los costos de agencia al alinear la gestión con la propiedad familiar, lo que disminuye el comportamiento oportunista y reduce la exposición a inversiones riesgosas. Además, las empresas familiares pueden utilizar estrategias de señalización para abordar estos problemas de agencia, mostrando el negocio como menos riesgoso para los proveedores de capital financiero. En este ejercicio, las relaciones a largo plazo entre la familia y los acreedores ayudan a reducir el racionamiento de crédito a través de la confianza.
Las estrategias de señalización que juegan a favor del acceso a financiamiento y mitigan los problemas de agencia asociados a una alta participación de la familia en el Consejo empresarial son la rentabilidad y el crecimiento sostenible, por un lado, y la riqueza socioemocional de la familia (SEW), por el otro. Los objetivos económicos, como el crecimiento sostenible y la rentabilidad, mejoran la viabilidad a largo plazo de la empresa y su atractivo para inversores y prestamistas. Mientras que los objetivos no económicos como la riqueza socioemocional, compuesta por la prominencia familiar, la continuidad y el florecimiento de la familia (Debicki, et al., 2016), pueden influir en las decisiones estratégicas de la empresa y mejorar su acceso al financiamiento a través del relacionamiento de la familia con las partes interesadas.
Para las familias empresarias de Latinoamérica, es fundamental encontrar un equilibrio en la participación familiar en los órganos de gobierno empresariales. Una participación activa, pero no dominante, puede maximizar el acceso a financiamiento. Además, perseguir tanto objetivos económicos como no económicos puede fortalecer las relaciones con los acreedores y mejorar la percepción de confianza y compromiso a largo plazo, facilitando así un mejor acceso a recursos financieros.
Consecuentemente, es deseable asegurar que la participación familiar en el Consejo de administración sea significativa pero no excesiva para evitar desconfianza entre los acreedores. Por otro lado, la familia debe utilizar estrategias de señalización para reducir asimetrías de información y mostrar a los acreedores que la empresa es un buen riesgo financiero. Finalmente, es fundamental que la familia empresaria integre objetivos económicos sólidos con la riqueza socioemocional para fortalecer la confianza de los acreedores en la empresa. Este enfoque equilibrado puede ayudar a las empresas familiares en Latinoamérica a asegurar un acceso más fácil y favorable al financiamiento, permitiéndoles crecer y prosperar en el largo plazo.
Artículo originalmente publicado en la Revista LEGADO, edición agosto 2025.
SOBRE EL AUTOR
Miguel Ángel Pérez es Profesor del Departamento de Contabilidad y Finanzas del Tecnológico de Monterrey.
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