En la complejidad del entramado empresarial actual, las empresas familiares destacan por su singularidad e impacto duradero en la economía. Sin embargo, para asegurar su continuidad, es esencial que cumplan con los indicadores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG scores). En medio de desafíos en temas ambientales, humanitarios y de transparencia, los inversionistas se han visto obligados a medir el desempeño de las organizaciones a través de estos indicadores, buscando obtener una perspectiva integral de sus impactos en el entorno, así como su sostenibilidad a largo plazo. Estos indicadores no solo contribuyen a la sostenibilidad, sino que también desempeñan un papel crucial en la construcción y mantenimiento de la reputación de la empresa familiar. En este artículo, exploraremos la relevancia de los indicadores ESG para las empresas familiares y cómo su cumplimiento afecta tanto a la empresa como a la identidad de la familia empresaria.
Las empresas familiares enfrentan desafíos cambiantes en un mundo dinámico. La sostenibilidad, entendida como la capacidad de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las de las generaciones futuras, se ha convertido en un imperativo para las organizaciones que buscan perdurar. Cumplir con indicadores ESG responde a la creciente conciencia ambiental, así como asegura el orden, la relevancia social y la viabilidad financiera del negocio a largo plazo. Esta necesidad aplica a las empresas familiares, cuyos principales inversionistas suelen ser los miembros de la familia empresaria.
La consideración de aspectos ambientales, como la eficiencia energética y la reducción de emisiones, contribuye al bienestar del planeta y a la eficiencia operativa, generando ahorros para la empresa. Aspectos sociales, como la equidad laboral, la inclusión y la responsabilidad comunitaria, cumplen con expectativas éticas y fomentan un ambiente laboral positivo, reteniendo el talento y la productividad a largo plazo.
La reputación de una empresa familiar es un activo intangible invaluable. Cumplir con indicadores ESG tiene beneficios tangibles en términos de sostenibilidad, pero también contribuye significativamente a la construcción y mantenimiento de una imagen positiva. Al estar ligadas las empresas familiares a la familia empresaria, su reputación impacta directamente en la percepción de esta última. En un panorama empresarial consciente, la adhesión a prácticas sociales éticas y la promoción de iniciativas comunitarias fortalecen la imagen de la empresa como un agente positivo en la sociedad.
En términos de gobernanza, una gestión transparente y ética no solo evita escándalos que podrían dañar irreparablemente la reputación, sino que también construye una base sólida de confianza entre los accionistas, clientes y empleados. La buena reputación de la empresa familiar se convierte así en una inversión a largo plazo, creando un entorno propicio para el crecimiento sostenible y la continuidad empresarial. Esto ha sido confirmado en momentos críticos, como la crisis económica mundial de 2008 o la pandemia del COVID-19, en donde las familias empresarias destacaron por sus finanzas responsables, su gestión digna del personal y la adhesión a sus principios éticos, dejando de manifiesto la resiliencia que les caracteriza.
Al estar intrínsecamente vinculada la identidad de los miembros de la familia empresaria a la empresa familiar, la forma en que la empresa aborda los desafíos ESG refleja los valores y principios fundamentales de sus dueños. Al mismo tiempo, es evidente que los miembros de la familia empresaria valoran una reputación positiva y de confianza en sus relaciones de negocios, ya que los objetivos socioeconómicos de la empresa familiar están motivados por necesidades emocionales y objetivos de identidad y confianza. La participación de la familia en iniciativas de sostenibilidad constituye un acto estratégico para la continuidad de la empresa, solidificando la imagen de la familia empresaria como líderes responsables. La adhesión a prácticas sostenibles se convierte así en un legado transmitido de generación en generación, reforzando la cohesión familiar y la conexión emocional con la empresa.
En conclusión, las empresas familiares deben reconocer la importancia de cumplir con indicadores ESG para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Más allá de los beneficios tangibles, el cumplimiento de estos indicadores contribuye a la construcción y mantenimiento de una reputación sólida, esencial para la continuidad de la empresa familiar.
El cumplimiento de los indicadores ESG no es únicamente una responsabilidad empresarial, sino también un compromiso arraigado en los valores y principios que definen a la familia. En última instancia, el camino hacia la sostenibilidad se convierte en una travesía conjunta hacia el éxito duradero de la empresa familiar y la preservación de su legado.
Ana Lissette Segovia, es Profesora Asociada del Departamento de Gestión y Liderazgo, Tecnológico de Monterrey.
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