Para mí siempre es un motivo de orgullo platicar la historia de Devlyn, compartir un poco de quiénes somos como familia, como mexicanos y como empresa familiar.
La empresa arrancó en el corazón y con la visión de mi abuelo paterno, Frank Devlyn, un estadounidense que vivía en El Paso, Texas, muy cerca de Ciudad Juárez, Chihuahua. Mi abuelo había estudiado Optometría y trabajaba en una óptica, ahí es donde conoció a mi abuela, Nelva Mortensen, ella también estudió la misma profesión.
Durante los años treinta mis abuelos eran un matrimonio joven; y un día decidieron lanzarse de emprendedores y abrieron —con una silla prestada— una óptica en la sala de su casa en Ciudad Juárez. Ahí es la primera vez donde se vende un par de lentes Devlyn, en la sala de la casa de mis abuelos.
Luego empezaron a hacer viajes a rancherías cercanas, en donde iban a hacer exámenes de la vista. En esa época era increíble que una mujer no estuviera solo dedicada a ser ama de casa, mi abuela hacía exámenes de la vista y ayudaba a construir el negocio junto a mi abuelo.
Uno de los momentos mágicos para nuestra familia, fue que mientras mis abuelos ya tenían un establecimiento en Chihuahua, se le ocurrió a mi padre, con 17 años, decirle a mi abuelo “ahí hay un Sears, ¿por qué no nos acercamos y preguntamos si no les interesaría tener un departamento de óptica como los tienen en Estados Unidos?” Y como decía mi papá: “la buena suerte de estar en el momento correcto, en el lugar correcto y con el argumento perfecto”; y así abrieron la primera óptica Devlyn dentro de Sears. Fue un éxito desde el principio; le decían “¿por qué no te vas al Sears de Monterrey, Tampico, y otras ciudades?” Y así empezaron a abrir más ópticas.
En las empresas familiares uno de los factores dominantes es ese sueño latente, pero uno de los puntos de quiebre en ellas es el pase de estafeta; planeado o repentino, es peligroso. Sorpresivamente, mi abuelo falleció cuando mi papá tenía 22 años. Entonces hubo un momento de generosidad inmensa de parte de mi abuela Nelva, en ese momento dijo: “si ustedes quieren seguir con el sueño de su padre, de tener ópticas en toda la república, yo soy feliz atendiendo a mis clientes, yo me quedo en esta tienda original en Ciudad Juárez, ustedes vayan”. Fue un momento tan generoso, sin roces, y así los hermanos solamente se siguieron dedicando a hacer crecer el negocio iniciado por sus padres. Mi abuela hizo exámenes de la vista, con largas filas de clientes, hasta sus 93 años, era una apasionada.
Devlyn ha sido una historia divina de tres hermanos, quienes se dedicaron en cuerpo y alma a la empresa. Como familia ahí estábamos: en los viajes que realizábamos siempre íbamos de camino a ver ópticas, locales comerciales, nos divertíamos, jugábamos, todo relacionado con la empresa y el gran sueño de nuestros abuelos. Nos fueron preparando mucho en la parte de participar en el negocio y conocerlo, trabajar desde muy jóvenes, así fuimos buscando la manera de ir en contra de la leyenda que dice que “la tercera generación cierra la empresa”.
La mujer y el balance de roles
El balance que encontré viene de los ejemplos que fui viendo a través de mi vida. Por ejemplo, mi abuela en aquél entonces pudo compaginar trabajo y familia; mis abuelos tuvieron cinco hijos y no contaban con ayuda. Todo está en cómo te organizas y las prioridades que tienes. Sé que se oye muy lindo, pero puedo decir que desde mi lugar de mujer, la verdad es que socialmente tenemos otras responsabilidades a nuestro cargo, sobre todo la parte de la familia, que también es importante, nuestra sociedad necesita familias fuertes y madres presentes; pero creo que la respuesta honesta es que tuve que luchar mucho por lo que tenía que hacer, tanto por el lado de empresa, como en lo familiar. Tienes que explicarle a tu familia que hay esta parte que te llama y te hace sentir completa, tienes que hacer un tipo de negociación para poder estar haciendo lo que quieres, cuando lo que quieres es hacer un poquito de todo. Mi papá decía “a veces no se puede todo, pero a veces sí”, y vale la pena intentarlo. Mi familia lo vivió y lo entendió y sé que hoy están orgullosos de lo que hemos podido hacer juntos.
La entrada de los milenials, nos ayudó —sobre todo a las mujeres— a cambiar tantos paradigmas, ser conscientes de que la calidad de vida también es importante. Y ni qué decir de los aprendizajes que nos dejó la pandemia; antes tenías que estar físicamente en tu escritorio porque si no “no estás trabajando”. Poder decir que las cosas las puedes llevar desde otro lugar y salen bien. Creo que es un increíble momento para las mujeres, porque, insisto, las mujeres y hombres, tenemos muchas responsabilidades personales y profesionales, pero hoy recae mucho más lo que la mujer hace, como el que sea tres veces más el trabajo no remunerado en casa, que el que hace un hombre. Quieres hacer lo mismo que hace el hombre en el terreno profesional, pero tú tienes todas estas responsabilidades adicionales. Sí es complicado, y a veces nos gusta decir que todo es igual, pero el piso no es parejo, estamos tratando de que así lo sea, pero hoy es organizarse y darle la prioridad a lo que quieres.
La tolerancia y la responsabilidad han sido cimientos bien importantes que hemos aprendido a valorar y a agradecer en nuestra familia, porque son los que hoy nos hacen poder estar aquí.
Melanie Devlyn es CEO y Presidenta del Consejo de Administración de Grupo Devlyn. Es graduada de la Licenciatura en Administración de Empresas, por la Universidad Anáhuac de México y del Programa de Alta Dirección por el IPADE. Es miembro de varios consejos de administración y consultivos. También es miembro de “Women Corporate Directors” y aparece en la lista de “Mujeres más influyentes en los negocios de México” de Forbes y Expansión. Es una apasionada sobre temas de la empresa familiar, inclusión de género y empoderamiento femenino en la empresa.
Extracto del episodio “Grupo Devlyn: una visión a futuro”, de la Serie de webinars IFEM “Historias que inspiran”, disponible en https://ifem.tec.mx/webinars2022.
Adaptación por Diana Moreno, Gerente de Comunicación & Branding del Instituto de Familias Empresarias para México y LATAM del Tecnológico de Monterrey.
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