Aunque pareciera que el mundo ha evolucionado y se ha vuelto más incluyente respecto a la eliminación de brechas y estereotipos negativos hacia las mujeres, la realidad es que aún no se logra del todo.
Según datos de Deloitte, a nivel global solo el 15% de las mujeres participa en el Consejo de administración de las empresas. Esta cifra es una alerta sobre la cantidad de talento que no se está aprovechando, más allá de una política de paridad de género, incrementar la diversidad conduce a mejores resultados comerciales, el panorama se enriquece y permite a las organizaciones tener una guía más asertiva.
Uno de los factores que más impiden esta evolución de eliminar del talento el género, es la cultura de la empresa. El primer paso es “cambiar el chip” y propiciar un entorno favorable para impulsar el crecimiento profesional de las mujeres con alto potencial, puede contribuir de manera significativa en la empresa familiar.
Por otro lado, es necesario también “cambiar el chip” de las mujeres que tienen su propia familia, ya que generalmente se asocia el estar en un puesto directivo con sacrificar a la familia. Esto no es del todo cierto, las condiciones del puesto también deben adaptarse al estilo de vida y responsabilidades que se le atribuyen a la mujer, que no siempre corresponden a las que se le atribuyen al hombre en el núcleo familiar.
El estilo de vida y las condiciones sociales han provocado que las mujeres desarrollen ciertas características que las hacen diferentes del resto. La mujer puede aportar una visión muy complementaria en la toma de decisiones; por otro lado, los niveles más altos de empatía y la facilidad de crear conexiones durante el trabajo con grupos de interés, ayuda significativamente a mantener y crear relaciones laborales más rápido y más duraderas.
El mercado está compuesto por una diversidad enorme, lo que demanda que los órganos de decisión también lo sean. Los Consejos de administración se deben regir con base en perfiles y aptitudes, no en tradiciones, de esta manera se ponen sobre la mesa las capacidades y habilidades de los colaboradores, propiciando naturalmente una mayor participación femenina.
¿Te interesa conocer más sobre el rol de la mujer en la familia empresaria? Este podcast te interesa:
TERRITORIO NEGOCIOS | EP. 28 EL ROL DE LA MUJER EN LA EMPRESA FAMILIAR LATINOAMERICANA
Susana Coppel, Presidenta de Fundación Coppel Comunidad y miembro del Consejo de Administración de Grupo Coppel, y María Fonseca, Directora del Instituto de Familias Empresarias del Tec de Monterrey, comparten desde su experiencia la evolución de la representación de la mujer en la operación y consejos de empresas familiares.
Lee la versión completa de este artículo en la Revista LEGADO, Núm 3, abril 2021.
Referencias: