A lo largo de la historia hemos constatado la presencia de la mujer en la empresa familiar; jugando roles tal vez pasivos, pero siempre con influencia muy importante en la toma de decisiones. Desde el hogar, o en la empresa, incluso haciéndose cargo de los asuntos más relevantes que serán los que de manera integral protejan el bienestar de todos en el sistema de la empresa familiar; la mujer siempre ha sido capaz de asumir múltiples roles y eso es una condición favorable al momento de entender y ayudar en las dinámicas humanas.
Sabemos que en el ámbito laboral, la mujer sigue estando en una posición inferior a pesar de contar con las mismas credenciales e incluso las mismas habilidades que el hombre; esta desigualdad se da tanto en países desarrollados y aún más en los que se encuentran en desarrollo. Excusas hay muchas para explicar porqué la mujer gana menos que el hombre e incluso explicaciones para justificar porqué la mujer ocupa con dificultad puestos de liderazgo en las empresas; sería creo, mucho más sencillo y valioso darse la oportunidad de aprovechar los talentos de la mujer en posiciones estratégicas de toma de decisiones para constatar la trayectoria que tomaría una empresa familiar con una mujer en su timón.
Las familias empresarias de México y América Latina deben aprovechar la gran oportunidad de contar con mujeres en los puestos más altos de la organización para conseguir negocios más conscientes y prósperos, yendo mucho más allá de lo que el mundo capitalista de los negocios dominado por el hombre ya no es capaz de transformar.